Oración pidiendo la propia sanación física "Señor, si quieres puedes sanarme". (Mateo 8,2) Jesús es el médico divino, quien por medio de la oración y la Eucaristía se acerca a ti, para sanarte de todas tus enfermedades Te doy gracias, Señor, por venir hasta mí como pan vivo bajado del cielo. Tú eres, la plenitud de la vida. Tú eres la resurrección y la vida. Tú eres la salud de los enfermos. Hoy quiero presentarte mis dolores y todas mis enfermedades, porque tú eres el mismo, ayer, hoy y siempre y eres tú mismo quien me alcanza hasta donde estoy. Tú eres el eterno presente, me conoces como nadie y conoces todas mis necesidades. Ahora Señor, te pido que tengas compasión de mí, Visítame a través de tu Palabra, para que todos reconozcan que tú estás vivo hoy en tu Iglesia. Renueva mi fe y mi confianza en ti. Te lo suplico Jesús. Ten compasión de mí Señor. Bendíceme y haz que vuelva a encontrar la salud. Que mi fe crezca y me abra a las maravillas de tu amor, para que también sea testigo de tu poder y de tu compasión. Te lo pido Jesús por el poder de tus santas llagas, por tu santa cruz y por tu preciosa sangre. Sáname Señor. Sana mi cuerpo, sana mi corazón, sana mi alma. Dame vida y vida en abundancia. Te lo pido por intercesión de María Santísima, tu madre, la Virgen de los Dolores, la que estaba presente de pie, cerca de la cruz. A ella, que fue la primera en contemplar tus santas llagas, nos la diste por Madre. Tú nos has revelado que has tomado sobre ti, todas nuestras dolencias y por tus santas llagas hemos sido sanados. Hoy, Señor, te presento en fe todas mis enfermedades y te pido me sanes completamente, amén. P. Gustavo E, Jamut | |
miércoles, 14 de julio de 2010
Oración pidiendo la propia sanación física
domingo, 11 de julio de 2010
Bonito vídeo... Sin comentarios.
Al Señor, en mi angustia, recurrí, me respondió sacándome de apuros. Si yo tengo al Señor, no tengo miedo: ¿Qué podrá hacerme el hombre? Salmo 118,5-6
jueves, 8 de julio de 2010
ORACIÓN DE PROTECCIÓN CON LA SANGRE DEL SEÑOR JESÚS
Hay gran poder en la Sangre Preciosa del Cordero, quien venció a Satanás en la cruz.
“Así pudo por su propia muerte quitarle su poder al que reinaba por medio de la muerte, el diablo, y liberó a los hombres que el miedo a la muerte tenía paralizados toda su vida.” Hebreos 2:14
Oh, Padre Celestial: De ti procede toda bendición en el cielo y en la tierra.
En el nombre de Jesús, tu Hijo bendito y Señor Nuestro, por el poder de las Santas llagas y de la Santa Cruz, atamos, encadenamos y amordazamos todo espíritu del mal y sellamos con la sangre de Jesús, nuestro cuerpo, alma, espíritu, mente, corazón y vida: nuestro pasado, presente y futuro; todo lo que somos, todo lo que tenemos y lo que hacemos.
En el Nombre poderoso de Jesús y en el dulce nombre de María sellamos todo nuestro ser y este lugar.
En el nombre de Jesús invocamos a San Miguel Arcángel, San Rafael y San Gabriel y con los Santos Arcángeles, por intercesión de la Virgen María, prohibimos a todo espíritu del mal y a todo espíritu inmundo hacernos daño en nuestros bienes espirituales, materiales, en nuestra familia, en nuestro trabajo y en nuestros grupos de oración. Amen.
Oh San Miguel Arcángel, con tu luz ilumínanos, con tus alas protégenos y con tu espada defiéndenos.
Amén.
Amén.
lunes, 14 de junio de 2010
SAN MIGUEL ARCANGEL
San Miguel es uno de los siete arcángeles y está entre los tres cuyos nombres aparecen en la Biblia. Los otros dos son Gabriel y Rafael. La Santa Iglesia da a San Miguel el más alto lugar entre los arcángeles y le llama"Príncipe de los espíritus celestiales", "jefe o cabeza de la milicia celestial". Ya desde el Antiguo Testamento aparece como el gran defensor del pueblo de Dios contra el demonio y su poderosa defensa continúa en el Nuevo Testamento.
Muy apropiadamente, es representado en el arte como el ángel guerrero, el conquistador de Lucifer, poniendo su talón sobre la cabeza del enemigo infernal, amenazándole con su espada, traspasándolo con su lanza, o presto para encadenarlo para siempre en el abismo del infierno.
La cristiandad desde la Iglesia primitiva venera a San Miguel como el ángel que derrotó a Satanás y sus seguidores y los echó del cielo con su espada de fuego.
Es tradicionalmente reconocido como el guardián de los ejércitos cristianos contra los enemigos de la Iglesia y como protector de los cristianos contra los poderes diabólicos, especialmente a la hora de la muerte.
Oración:
"San Miguel Arcángel,
defiéndenos en la batalla.
Sé nuestro amparo
contra la perversidad y asechanzas
del demonio.
Reprímale Dios, pedimos suplicantes,
y tú Príncipe de la Milicia Celestial,
arroja al infierno con el divino poder
a Satanás y a los otros espíritus malignos
que andan dispersos por el mundo
para la perdición de las almas.
Amén."
defiéndenos en la batalla.
Sé nuestro amparo
contra la perversidad y asechanzas
del demonio.
Reprímale Dios, pedimos suplicantes,
y tú Príncipe de la Milicia Celestial,
arroja al infierno con el divino poder
a Satanás y a los otros espíritus malignos
que andan dispersos por el mundo
para la perdición de las almas.
Amén."
lunes, 7 de junio de 2010
Intercede por mi Madre Santa - Son By Four.
Les dejo este hermoso vídeo de Son By Four, titulado Intercede por mi Madre de Santa, la presentación contiene frases de La Madre Teresa.
http://vmilagrosa.web44.net
http://vmilagrosa.web44.net
viernes, 4 de junio de 2010
JESÚS TE HABLA - SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Sagrado Corazón de Jesús
JESÚS TE HABLA:
Mi Corazón es infinitamente santo y perfecto, pero como también es infinitamente sabio, conoce la fragilidad y miseria humanas y esto me mueve a tener con los pobres pecadores, con las pobres almas una misericordia infinita... Yo no me canso de las almas, por miserables que sean, mi Corazón está siempre esperando que vengan a refugiarse en Él.
Mi Corazón emplea con más largueza su ternura y comprensión con los pecadores que con los justos.
TU ALMA RESPONDE A JESÚS:
Corazón de mi Amado Jesús:
Enséñanos, a nosotros pecadores, que la misericordia de tu Corazón es inagotable.
Enseña a las almas frías e indiferentes que tu Corazón de fuego desea abrasarlas.
Enseña a las almas buenas y piadosas que eres el camino para avanzar en la perfección.
Enseña a las almas consagradas que den su amor y no duden del tuyo.
Que en todas encuentres: almas que reparen; corazones que amen; víctimas que se inmolen.
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